te compadeciste de los dolores ajenos,
mira con misericordia las almas
de nuestros seres queridos
que están en el Purgatorio.
Oh Jesús, que amaste a los tuyos
con gran predilección,
escucha la súplica que te hacemos,
y por tu misericordia concede a aquellos
que Tú te has llevado de nuestro hogar
el gozar del eterno descanso en el seno
de tu infinito amor.
Concédeles, Señor, el descanso eterno
y que les ilumine tu luz perpetua.
Que las almas de los fieles difuntos
por la misericordia de Dios descansen en paz.
Amén